Las razones por las que tomar colágeno no sirve para nada
Los suplementos de colágeno, carísimos, son uno de los bestsellers de la parafarmacia. Increíble, porque, como explican los expertos consultados y dicta la evidencia científica, el colágeno ingerido nunca llegará a la zona de tu cuerpo que lo necesita. Te contamos por qué.
Busca "comprar colágeno" en Google. Encontrarás una oferta enorme. En comprimidos, en polvo, en ampollas, solo o combinado con ácido hialurónico, a un precio que oscila entre los 11 y 120 euros. "Rejuvenece tu piel", "fortalece tu sistema nervioso", "regenera los tejidos", "cuida tus huesos y articulaciones", gritan los 'claims' de los productos. Más. Vas al médico porque te duele un brazo o una rodilla, y te 'receta' unos sobres de colágeno (que te cuestan más de 100 euros) para que te los tomes todos los días durante los próximos meses. Vamos, que te planteas invertir en una fábrica de colágeno, con todo el negocio que se ha montado en torno a este producto (unos 3.000 millones de euros al año mueve en el mundo, nada menos) que, ¡vaya!, ahora resulta que no sirve absolutamente para nada.
En efecto: PARA NADA. Da igual si te lo tomas en pastillas, en polvo o en infusión. Lo dicen muchos expertos, entre ellos el investigador, divulgador y profesor titular del departamento de Biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia, José Miguel Mulet, autor, entre otros, del libro 'Qué es la vida saludable' (ed. Destino). "El colágeno es una proteína hecha de aminoácidos. Cuando la ingerimos, nuestro cuerpo la degrada en sus partes más pequeñas, que ya no son colágeno", explica a Yo Dona. Y por supuesto, esas piezas no van a volver a unirse para volver a formar otra vez colágeno dentro de nuestro cuerpo. Eso no sería nutrición. Sería un MILAGRO.
La idea clave para que lo entendamos nos la da la endocrinóloga y nutricionista Paloma Gil en su blog: comer un tipo de tejido (y las moléculas de colágeno lo son) no produce la generación de ese tejido en nuestro cuerpo. Si eso fuese cierto, los calvos comerían pelo y problema resuelto, comenta la experta.
ESTÁ EN TODAS PARTES
Por otra parte, dice Mulet, hay mucho colágeno en nuestra alimentación, "en un cocido, por ejemplo. ¿Y has visto a alguien comer cocido para generar colágeno?". Porque resulta que hay muchos alimentos abundantes en colágeno, especialmente las carnes, el pescado azul y los huevos... A estas alturas ya te habrás preguntado con qué se fabrica el colágeno hidrolizado. Pues claro, con tejidos biológicos animales: piel, huesos, escamas, espinas...
Entonces, ¿por qué aún algunos médicos se empeñan en 'recetar' a sus pacientes colágeno que no sirve para nada y que cuesta un ojo de la cara? "Yo diría que por tradición", opina Mulet, "por aquello de: 'de lo que se come se cría'. Y también porque no es un medicamento, es un suplemento alimenticio y daño no te va a hacer. Pero desde luego, no existe ninguna evidencia científica que avale sus pretendidos efectos beneficiosos".
Qué hace tu colágeno por ti
¿Y SI A MÍ ME FUNCIONA?
"Vale", puede pensar alguien, "pero a mí me fue de maravilla el colágeno que me mandó el médico". Bien. Muchas felicidades. Tal vez lo que funcionó aquí fue un efecto placebo de primera categoría, un cambio de hábitos asociado a la toma de colágeno o, como ha explicado el reputado experto en nutrición deportiva Brian Rigby, el mismísimo aumento en el consumo de proteínas que supone tomar colágeno. Según Rigby, parece demostrado que el consumo de proteínas mejora el estado de la piel (y por supuesto, de la musculatura). Y el colágeno es proteína. Pero nos recuerda que ni siquiera está entre las mejores, porque no contiene aminoácidos esenciales, que son los que nuestro cuerpo no puede generar y debemos extraer de los alimentos. Así que tal vez a nuestra piel le iría mejor otro tipo de proteínas que las del colágeno, ya puestos.
FALTA REGULACIÓN
Llegados a este punto, la pregunta inevitable es: ¿y por qué, si no sirven para nada, se permite que se sigan vendiendo suplementos de colágeno y publicitándose como si fuesen una bicoca para la salud? ¿No habría que regular el tema? "Sí, habría que regularlo, porque le están 'recetando' a la gente algo que no sirve para lo que dice que sirve", opina Mulet, "y eso, de entrada, es publicidad engañosa. El problema es que no existe demasiada presión social para que los políticos actúen en esa dirección". Pues nada, a montar la fábrica de colágeno se ha dicho.
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