El año de la selección peruana: Lo bueno, lo malo y lo que le espera a la bicolor
Ricardo Gareca logró mentalizar al equipo y finalmente desahogamos el grito de gol contenido y cerramos nuestro mundial con un triunfo.
LO BUENO 2018
El 2018 será un año inolvidable para todos los hinchas de la selección peruana . Volvimos a jugar en un Mundial después de 36 años y los recuerdos de todo lo que ocurrió en Rusia con nuestro equipo son extraordinarios.
El 2018 será un año inolvidable para todos los hinchas de la selección peruana . Volvimos a jugar en un Mundial después de 36 años y los recuerdos de todo lo que ocurrió en Rusia con nuestro equipo son extraordinarios.
Desde los resultados, estuvimos lejos de lo esperado, pero fuimos uno de esos equipos que dejaron una gran imagen aun sin lograr avanzar de fase de grupos. El viejo y querido fútbol peruano se reencontró con la élite mundial y fue bienvenido. El camino, como siempre, fue lo más hermoso, aún con la cuota de drama y suspenso que significó el tema Paolo Guerrero.
Empezamos en marzo con dos amistosos en Estados Unidos, donde la selección llegó a su pico de rendimiento. Le ganamos bien a Croacia e Islandia, dos equipos que en Rusia demostraron nivel. Luego vivimos una fiesta en Lima en la despedida ante Escocia, y en Europa, invadimos Suiza para golear a Arabia y en Suecia, ante los locales, empatamos. Estos dos últimos partidos ya con el capitán de regreso.Ya en Rusia, vivimos la frustración de las ajustadas derrotas ante Dinamarca y Francia. El penal de Cueva, los goles fallados por Paolo y Jefferson, la brillante actuación de Schmeichel son imágenes que aún aparecen en nuestra memoria cuando recordamos el inolvidable 16 de junio. Contra Francia fue más duro y ese día empezó el mundo a descubrir al campeón. El palo de Aquino y el remate cruzado de Guerrero que salvó Lloris terminaron por derrumbar nuestra ilusión de clasificar.
El año se va y será por siempre recordado como aquel en que la ‘Blanquirroja’ volvió a una copa del mundo después de 36 años. Gracias a todos.
Sin embargo, quedaba un partido más y había que hacer goles y ganarlo. Con Farfán y Rodríguez descartados, Gareca logró mentalizar al equipo y finalmente desahogamos el grito de gol contenido y cerramos nuestro mundial con un triunfo. La imagen final de Cueva llorando cuando terminó el partido y el estadio entero cantando el “Contigo Perú” para los que estuvimos en Sochi tendrá siempre un lugar privilegiado en la memoria. La más contradictoria de las sensaciones, cantábamos orgullosos y agradecidos por lo vivido mientras llorábamos de tristeza porque el mejor viaje de todos había llegado a su fin. La selección pasó por Rusia dejando una hermosa huella. El mundo del fútbol nos dijo “hasta luego, no vuelvan a faltar”.
Capítulo aparte y destacado fue la hinchada peruana, elegida unos meses después como la mejor del mundo. El país entero volcado con la selección y representado por 60 mil peruanos que de todos los rincones del mundo llegaron a Rusia. Fuimos locales en los tres partidos, dejamos con la boca abierta a todos los rivales. No paramos de apoyar al equipo y en la derrota supimos reconocer y ser generosos con nuestros jugadores.
El país entero volcado con la selección y representado por 60 mil peruanos que de todos los rincones del mundo llegaron a Rusia.
El año se va y será por siempre recordado como el año en que la ‘Blanquirroja’ volvió a una Copa del Mundo después de 36 años y volvió para quedarse. Gracias, selección, gracias, Gareca y comando técnico, gracias a todos los futbolistas y gracias a la hinchada. Fue hermoso, conmovedor e inolvidable. La última línea es para Daniel Peredo, que también estuvo ahí. Se te extraña mucho, ‘Cabezón’.
LO MALO
Todo el buen año futbolístico de la selección no estuvo acompañado por la coyuntura dirigencial de la Federación Peruana de Fútbol y los problemas estructurales de los equipos profesionales.
Todo el buen año futbolístico de la selección no estuvo acompañado por la coyuntura dirigencial de la Federación Peruana de Fútbol y los problemas estructurales de los equipos profesionales.
La presidencia de la Federación estuvo permanentemente cuestionada por su idoneidad para ejercer la función y finalmente terminó como se sospechaba. La insistencia de Edwin Oviedo en mantenerse en el cargo contaminó el trabajo de Ricardo Gareca y lo perjudicó. A veces dar un paso al costado por el bien común es necesario, desde la Federación sus directivos priorizaron el bien propio. Lo que en el equipo era una ley, nunca fue entendido y aplicado por los dirigentes.
Edwin Oviedo
En los equipos profesionales también faltó nivel, jugadores impagos, directivos irresponsables, que manejan presupuestos que no cumplen y un campeonato lleno de problemas. Los clubes profesionales son la base de la pirámide de nuestro fútbol, y si no crecen como instituciones y entienden que poner dinero en el fútbol de menores y en infraestructura es una inversión y no un gasto, va a ser muy difícil que nuestro fútbol se sostenga en la élite a la que volvimos en 2018 con la clasificación al Mundial.
Un punto importante y que no se puede dejar de mencionar fue la violencia que vivimos en los estadios este año. En Rusia fuimos elegidos como la mejor hinchada del mundo; así como lo dirigencial opacó lo futbolístico, este año en nuestro país las barras de los equipos peruanos fueron totalmente antagonistas. Agresiones, disparos, incluso hasta fallecidos. Jugar encuentros a puertas cerradas, partidos solo con hinchadas locales, todos síntomas de que nos alejamos de lo que deberíamos ser como país. Es el deseo de todos los hinchas del fútbol cuyas familias desean asistir a un estadio en paz, que esto cambie desde el próximo año en adelante.
LO QUE SE VIENE
La selección de Gareca es un equipo que se ganó el respeto del fútbol mundial. Post Copa del Mundo, fue a Alemania y Holanda a jugar en igualdad de condiciones ante estas dos potencias. Goleó a Chile en gran nivel y luego cayó en un bache de tres partidos sin ganar ante Estados Unidos, Ecuador y Costa Rica. En 2019, la bicolor tiene que retomar la costumbre de ganar para llegar en gran forma a la Copa América de Brasil.
La selección de Gareca es un equipo que se ganó el respeto del fútbol mundial. Post Copa del Mundo, fue a Alemania y Holanda a jugar en igualdad de condiciones ante estas dos potencias. Goleó a Chile en gran nivel y luego cayó en un bache de tres partidos sin ganar ante Estados Unidos, Ecuador y Costa Rica. En 2019, la bicolor tiene que retomar la costumbre de ganar para llegar en gran forma a la Copa América de Brasil.
Ahí tenemos que ratificar que estamos para jugar y ganar contra cualquier rival. Con el estilo y la propuesta de juego definida y reconocida, y sumando jugadores nuevos y ampliando la base de futbolistas confiables para actuar en el nivel más alto.
Hay que acostumbrarse a ir a los mundiales de menores. Esa experiencia hará más corto el camino al éxito en la selección mayor.
También está el Sudamericano Sub 20 en enero y la posibilidad concreta de pelear la clasificación al Mundial de Polonia. Daniel Ahmed tiene un muy buen grupo de futbolistas y la ilusión de todos los hinchas peruanos. Hay que acostumbrarse a jugar los mundiales de menores. Esa experiencia hará más corto el camino para el éxito en la selección mayor.
También está el Mundial Sub 17 que organizaremos y la responsabilidad de presentar un buen equipo, y desde lo logístico y organizativo hacer un evento impecable.
Finalmente están los equipos en la Copa Libertadores y esa eterna deuda pendiente. Sporting Cristal tiene una base muy bien formada y un grupo que, haciendo bien las cosas, le debería permitir avanzar a la siguiente fase.
Alianza Lima, por su parte, lo tiene algo más complicado por los rivales (River Plate, Internacional y otro por definir), pero se está reforzando muy bien y debe competir y soñar. Los clubes tienen que dar el salto de calidad que dio la selección. Esperemos que en 2019 sea así.
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