Emir. Su nombre significa 'príncipe' en árabe, pero como Moisés fue salvado de las aguas como un verdadero milagro de Dios en medio de lo que parecía ser un diluvio. Emir y su padre son los protagonistas de una verdadera hazaña humana llevada a cabo el miércoles último, cuando tres quebradas se activaron a la vez en esta zona de Jicamarca, justo en el límite de San Juan de Lurigancho y Huarochirí. Un repentino huaico que se llevó entre sus enloquecidas aguas a casas, carros, piedras, tanques de agua, y de cuyas feroces garras papá y bebé lograron salir milagrosamente con vida. José Castillo Apaza tiene 30 años y junto a su esposa Elsa Cabana, de 31 años y embarazada de 5 meses, son dueños del surtido minimarket 'Muñeco', apodo con el que José es conocido en el barrio. Llevan juntos más de diez años como pareja, pero además de ser una pareja sólida, son socios en el próspero negocio que iniciaron de cero. Sin embargo, este terrible miércoles su vida dio un vuelco que las cámaras de seguridad de su negocio ahora permiten reconstruir. Alrededor de las dos de la tarde, Elsa y José se encontraban atendiendo el negocio familiar con Catalina, su hijita mayor de tres años, mientras Emir, de un año y 10 meses, dormía la siesta en la casita prefabricada de la familia, ubicada exactamente a la espalda del local. De pronto, en sólo cuestión de minutos, la lluvia se convirtió en un río lodoso que empezó a inundarlo todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
BIENVENIDO SU COMENTARIO