Facebook, Amazon y Google se desploman en Bolsa tras una posible investigación por monopolio
La Comisión Federal del Comercio y el Departamento de Justicia de EE UU acuerdan repartirse la investigación sobre los gigantes tecnológicos
Washington
Las autoridades vienen asistiendo como meros espectadores
al asombroso crecimiento de los gigantes tecnológicos estadounidenses,
llámense Amazon, Google o Facebook, que transforman, hasta dejarlos
irreconocibles, los sectores en los que desembarcan. Al menos, así ha
sido hasta la fecha. Pero ahora, más allá de los golpes dirigidos contra
sus prácticas fiscales
o su sesgo político, el Gobierno de Estados Unidos prepara el terreno
para dirigirse a su talón de Aquiles: sus posibles prácticas
monopolísticas. Ante la apertura de posibles investigaciones, el sector
registró fuertes pérdidas en Wall Street. Facebook perdía más de un 8% a
media sesión, Google se dejaba casi un 7% y Amazon, alrededor de un 5%.
La
Comisión Federal del Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) y el
Departamento de Justicia, que comparten la salvaguarda de las leyes de
la competencia, se han repartido la labor de escrutinio e investigarán a
Facebook y Amazon la primera, y a Google el segundo, según ha
adelantado The Wall Street Journal. No está claro que la FTC
tenga aún planes a corto plazo de lanzar formalmente una investigación
antimonopolio sobre Facebook —compañía a la que lleva más de un año
investigando por su manejo de datos personales—,
pero el hecho de que formalmente se haya asegurado la jurisdicción
sobre el tema indica que está considerando un escrutinio a fondo de la
red social.
El acuerdo entre el Departamento de Justicia y la FTC también podría aumentar la presión sobre Amazon, según publica The Washington Post,
al colocar sus prácticas de competencia bajo el escrutinio más directo
de la FTC. En cuanto a Google, el Departamento de Justicia ya está
preparando el terreno para una investigación antimonopolística.
El reparto de la jurisdicción sobre las grandes
tecnológicas es el primer paso del Gobierno estadounidense para explorar
cómo afecta el crecimiento de los gigantes de Silicon Valley al
panorama de la competencia. El impacto ha sacudido la Bolsa: las
acciones de Alphabet (matriz de Google) han llegado a caer este lunes
más de un 6%, lo mismo que las de Facebook y dos puntos más que las de
Amazon, provocando una caída del Nasdaq de un 1,2%.
Este mismo lunes, el congresista David Cicilline,
presidente del panel sobre competencia de la Cámara de Representantes,
ha anunciado que la mayoría demócrata de dicha Cámara planea también una
investigación a gran escala para determinar si las grandes compañías
tecnológicas han adquirido tanto poder que socavan la competencia. Se
trata de una ofensiva sin precedentes contra el posible exceso de poder
de la industria, temor que comparten demócratas y republicanos. La
investigación no estará dirigida contra una compañía específica, ha
dicho Cicilline, sino que se enfocará en la creencia de que "Internet
está roto".
La actividad de estos gigantes tecnológicos supone un
desafío conceptual para la normativa antimonopolística. Es innegable su
dominio en los sectores en los que operan, ya sea las redes sociales,
las búsquedas de información, el comercio electrónico o la publicidad online,
y el hecho de que a menudo sus prácticas los protegen de eventuales
competidores. Pero no es tan claro que incurran en los perjuicios a los
consumidores que las leyes antimonopolio tratan de evitar: ni producen
una escalada de precios (de hecho, sus servicios suelen ser gratuitos),
ni reducen necesariamente la capacidad de elección de los clientes (a
menudo, al contrario, facilitan la búsqueda y comparación de productos).
El debate es más complejo: se puede sostener que
los servicios que prestan no son gratuitos, sino que se pagan en la
valiosa información personal que se les proporciona. Y la gran porción
del mercado de la publicidad digital que copan puede hacer que, por la
falta de competencia, el precio de los anuncios suba y eso revierta en
un encarecimiento de los productos para los consumidores.
Los movimientos de la FTC coinciden con una serie de
llamamientos por parte de organizaciones de consumidores y de figuras de
la política, particularmente desde la izquierda, que piden un mayor
control a estas compañías. La candidata a las primarias demócratas
Elizabeth Warren, por ejemplo, ha pedido que se obligue a estos gigantes
a desmembrarse en diversas empresas. La FTC ya anunció en febrero la
creación de un grupo de trabajo para examinar asuntos competenciales de
las tecnológicas, incluida la revisión de decisiones que permitieron a
los gigantes adquirir compañías más pequeñas que podrían haberse
convertido en competidoras, como cuando Facebook compró Instagram y
WhatsApp.
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