JOVEN
POBRE, JOVEN RICO
Hay muchas
circunstancias que llevan a que una persona e sexo masculino o femenino sea
pobre, viva en una situación de pobreza.
Las ideologías políticas intentan explicar
esto, pero algunas se equivocan.
La razón de la
pobreza, es fundamentalmente la falta de educación, de formación profesional de
las familias, que nunca se preocuparon por cambiar su destino, enviando a sus
hijos a educarse, asistiéndolos en todo el proceso y procurando llenarlos,
nutrirlos de buenos ejemplos y ejercitarlos en la practica de valores, como: la
laboriosidad, la responsabilidad, la honradez, la sinceridad, entre otros.
Los niños que carecen
de educación primaria, secundaria, buenos ejemplos desde su infancia, que son
consentidos en sus ociosidades, que no llegan a la universidad, están
condenados a terminar trabajando como obreros, sirvientes, empleaditos, de
manera eventual en la mayoría de los casos, por falta de una profesión.
Su vida es muy
desgraciada.
Distinto es el
destino del niño pobre, que nace en un asentamiento humano y que sus padres son
gente de trabajo, luchadora, que en medio de su pobreza, lo envían a la
escuela, revisan sus tareas, velan y exigen que cumplan con la practica de
valores éticos importantes y además se cuidan de no darles malos ejemplos.
Los padres influyen
con su conducta, en el niño y esto definirá, lo que el aspire a ser en el
futuro.
Si el padre es un
vago, sinvergüenza que no trabaja, ocioso, golpeador de su esposa, el niño será
en el futuro lo mismo, porque eso aprendió de su padre.
Los niños imitan lo
que ven de sus padres.
Si la madre es
libertina, lujuriosa, irresponsable, el niño pensara que esa conducta es la
normal, en el futuro cuando le toque ser padre, no criara bien a sus hijas.
Es muy importante no
dar malos ejemplos a los niños, porque como padres somos modelos, el primer
modelo para ellos.
No importa ser pobre,
importa ser honrado, no importa ser pobre importa ser trabajador, no importa ser
pobre importa ser emprendedor. Lo que realmente importa es que llevemos a
nuestros niños a la escuela, que acompañemos ese proceso, vigilando sus
amistades, sus pasos, para corregir a tiempo cualquier desviación.
Es muy importante que
seamos capaces de poder encaminar, orientar, inculcar, hábitos sanos, valores
éticos, amor al estudio a nuestros hijos y su vida será muy provechosa.
El niño que crece
estudiando, haciendo sus deberes, estudiando para dar buenos exámenes, créeme,
es muy bien recompensado por la vida, en el tiempo.
Muchos niños creen
que sus padres buscan martirizarlos enviándoles a la escuela, haciéndoles
repasar todos los días sus tareas.
Pero no es así,
porque el padre que no exige a sus hijos estudiar, simplemente no los quiere.
La mayor muestra de
amor de los padres para con sus hijos, es el enorme esfuerzo de hacerlos
estudiar, siendo ellos, muy pobres.
El mejor regalo que
puede hacer un padre a sus hijos, es: “una buena educación”.
La ciencia, la
tecnología, avanza velozmente, cambia el mundo a cada instante, debemos estar
preparados, para ir acorde a los cambios, que generan nuevas necesidades,
nuevas relaciones, nuevos métodos y procesos, en la industria, la banca, el
comercio.
Si hoy amiguito, te
entregas con amor y dedicación al estudio, podrás alcanzar las mas altas
cumbres, ser quien tu quieras ser, obtener de la vida lo mejor, ir acorde con
los cambios, tener las mejores oportunidades laborales, sociales
Estudiando conoces
mucha gente, muchos de ellos, de buen nivel educativo, social, económico, de
quienes podrás aprender también.
Estudiar es muy
importante para salir de la pobreza.
Porque solo así, lograras ser un profesional, un hombre de
bien, que podrá trabajar mejor remunerado que otros.
La expectativa de
trabajo para el joven que tiene estudios universitarios es mayor, que la de
quien no los tiene.
Por eso es tan
importante estudiar la escuela, la secundaria, para luego asistir a un
instituto superior, pero no conformarnos con poco, sino aspirar a concluir
estudios en la universidad.
Los estudios en un
instituto superior no son pérdida de tiempo, son una excelente base, una muy
solida base, para afianzar nuestro futuro profesional, porque al pasar a
estudiar en la universidad será más fácil, ya que tendremos sólidos
conocimientos, estaremos en condiciones de mejor asimilar las clases.
¿Quieres salir de la
pobreza?
Estudia.
Estudia de todo corazón,
como si en ello te jugaras la vida muchacho.
Imagínate que si no
lo haces, serás un perdedor para siempre. Las mejores chicas, no te miraran
siquiera, serás un don nadie, un bueno para nada.
Imagínate que si no
estudias jovencita, tu belleza no servirá para nada, porque los hombres
importantes, raramente quieren a una mujerzuela por compañera.
La mujer con
educación superior esta más preparada para enfrentar la vida. Porque aunque le toque un hombre malo, tiene mejores
armas para defenderse en la vida, puede mantener sin ningún problema a sus
hijos, salir adelante siendo padre y madre en su familia.
Por eso es tan
importante para la mujer, estudiar.
La mujer con
profesión, no depende de nadie, es autónoma y puede construir ella sola, un
hogar, un negocio, para sus hijos.
¿Quieres dejar de ser
pobre, tener mejores oportunidades?
Estudia.
Estudiar nunca es
malo, nunca es perder dinero, es invertirlo bien.
La mejor inversión es
la educación.
Cuando eres joven, es
cuando mas debes aprovechar, para ir construyendo tu futuro.
Somos los arquitectos
de nuestro propio destino.
Para salir de la
pobreza hay dos secretos que hoy día comparto contigo.
Primero.
Coge los libros,
estudia con gran dedicación, pensando que cuanto mas sabes, mejor ganas.
Conseguir empleo requiere que seas competente, muy
competente, pero además que sepas aprovechar las oportunidades y emprendas.
Segundo.
Se previsor, intenta
vivir con el 70 por ciento de lo que ganas y hazte un hábito de ahorro. Ahorrar
siempre, centavo por centavo, permite capitalizarnos bien en el tiempo. No
gastes el dinero en tonterías: drogas, licor, mujeres, diversión.
Aprende a usar, a
emplear bien el dinero: “comer bien, vestir con decencia, estudiar,
ahorrar, apoyar la casa donde vives”. La
unión hace la fuerza.
Veras que siguiendo
estos concejos básicos, la vida ira cambiando para ti.
Llegaras a pisar la
universidad, egresaras. Estarás tan nutrido de conocimientos, que podrás
enfrentar la vida mucho mejor.
Los estudios
superiores amiguito, abren tu mente, te permiten ver el mundo desde otra óptica.
Comprendes mejor los procesos sociales, económicos y políticos y valgan
verdades, nos guste o no, todos ellos influyen en nuestras vidas. Pero debemos
saber entenderlos, para tomar los atajos que nos lleven a buen puerto.
Imagínate que el país
luego de ser muy prospero, entra en una crisis de cojones. ¿Qué harás?
¿Tocar puertas por todos lados?
¿Caminar largas horas
con un periódico bajo el brazo?
Yo lo hice, pero no
dure un mes.
Me llego altamente estar
como un mendigo y decidí que no por gusto estudie superior.
Me arme de valor y
monte la propia oficina de servicios, porque no tenía para montar una
industria.
Comencé dando tumbos,
metiendo la pata aquí y allá, en cada caída y fracaso aprendía, hasta que
convertí las derrotas en triunfo.
Hoy día tengo el
orgullo de decir, que no trabajo para absolutamente nadie, hace 35 años.
Tengo mi propia
empresa. Soy el dueño, no soy millonario, pero vivo con bastante decencia y
trabajo a mi no me falta.
Quería dejar de ser
pobre, quería vestir saco y corbata y quería tener el propio negocio.
¿Qué hice?
Estudiar, estudiar,
estudiar….
¿Qué más hice?
Dejar de lado los
malos amigos que me decían vamos a bailar aquí y allá, que me ofrecían droga y
abundante licor…deje la vida libertina, me compadecí de mis padres y comencé a
ser productivo.
Digo me compadecí de
mis padres, porque los padres sufren mucho cuando no progresas.
Comencé a ahorrar, no
gastando en licor, borracheras, evitando totalmente la ingesta de drogas y mis
bolsillos comenzaron a llenarse de billetes, como por arte de magia.
No sabes cuanto
ahorras, cuando no tienes vicios.
Para salir de la
pobreza, hay que trabajar duro, muy duro, estudiando al mismo tiempo una
carrera universitaria, preocupándonos más de los libros que de comprar cosas
superfluas.
Para salir de la
pobreza, debemos cambiar nuestros hábitos, además eliminar todo vicio.
Para salir de la
pobreza debemos trabajar todos, no unos cuantos en la familia, sino todos.
Para salir de la
pobreza debemos hacernos el hábito del ahorro.
Para salir de la
pobreza, debemos buscar emplear los conocimientos que nos da la educación, para
emprender juntos.
Emprender es crear el
propio negocio, no importa cuan pequeño sea.
Una familia que
conocí hace años, se dedicaban todos a
vender por distintas calles y distritos, chupetes en verano, churros calientes en invierno.
Todo el día
trabajaban vendiendo. Por la noche los
hijos e hijas acudían a escuchar clases, en una academia.
Cuando los hijos
terminaron su capacitación, la mitad de ellos consiguió empleo y dejo la venta
en las calles. Eso obligo a buscar ayuda de vecinos, para salir a vender, dando
una pequeña comisión.
Pasaron los años y
los que eran vendedores de chupetes y churros, pasaron a convertirse en
promotores de una fábrica de helados, yogurt, mermeladas.
Lograron esto con
ayuda de los hijos que consiguieron trabajo y de los que, al no conseguirlo, se
convirtieron en los gerentes, administradores del pequeño negocio familiar, que
fue creciendo poco a poco, lentamente en el tiempo.
Cuando vamos por las
calles, vemos cantidad de jóvenes, unos caminando muy orgullosos, elegantes,
con maletín y libros en mano. Otros con
rostro triste, con un pitillo de marihuana en la mano, fumando crac, consumiendo
licor en un parque, disfrazados de malandrines, con tatuajes y una mueca
asquerosa, repulsiva, en el rostro.
Joven Pobre, Joven Rico.
Joven Rico: es el que
desde su infancia se dedico con amor al estudio, bebiendo abundantemente del
conocimiento, llenando su cerebro de
ciencia, creciendo en verdad y sabiduría.
Joven Pobre: es el
que abrazo con locura y vehemencia todo vicio, que vive envilecido por el
alcohol y las drogas. Duerme en las calles, camina entre basurales, vive en
cuartuchos asquerosos, no tiene ninguna profesión, solo deudas enormes, no
tiene porvenir.
Joven Rico: es el que
desde la escuela adoraba escuchar clases, leer más y más, porque sentía que el
conocimiento le permitía conocer la
verdad de la vida, de las cosas, de la ciencia y la técnica y ello le permitió
aprovecharse mejor de ellas.
Joven Pobre: es el
que gastaba mas de lo que ganaba, vivía el momento, creyendo que la diversión,
la juerga era vivir mas, pero que nada saco de tanta música estridente, de
tanto bailar, solo tener menos dinero cada día, hasta llegar al punto de
necesitar comer, recogiendo en los basurales.
Joven Rico: es el que
por amor a sus padres se trazo el reto de ser alguien, para ayudarlos, que
lucho valientemente salir del atraso, de la necesidad económica, que consigue y
consiguió todo a punta de gran esfuerzo y trabajo.
Joven Pobre: es el
que prefirió seguir el camino de los malos, vagar, beber, robar, delinquir, en
todas las formas, ingresando una y otra vez a un penal.
Joven Rico: es el que
sus ahorros, los supo invertir, logrando su independencia económica. Por eso es
prospero.
Joven Pobre: es el
que vive atrapado en un vicio, que lo domina, que lo esclaviza, que le hace
trabajar duro para sostenerlo.
Joven Rico: es el que
actuando con sabiduría supo decir no a las malas amistades, a los vicios, a la
tentación de lo fácil, delinquiendo.
Joven Pobre, Joven Rico.
¿Cuál eres tú?
No culpes a los
gobiernos de tu pobreza y de tu desgracia.
Hoy día debes elegir
tú.
¿Joven Pobre o Joven
Rico?
PEDRO ALEJANDRO REYES RAMOS
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